miércoles, 21 de marzo de 2012

Elecciòn de Juntas de Acciòn Comunal

A un mes de la elección de Juntas de Acción Comunal, me parece pertinente abrir la discusión sobre la incidencia juvenil en tan importante e histórico escenario de participaciòn. En el 2006, mi amigo Javier Andres Carrasquilla y yo, preparamos una ponencia para el Encuentro de Asocomunales del Oriente. Hoy 6 años después,  siguen siendo vigentes las reflexiones sobre el tema. Espero opiniones.

¿Se esta encaminando La Acción Comunal a un cambio generacional?

La irrupción de nuevos valores y estilos de vida, la proliferación de credos y lógicas culturales y la resistencia de las instituciones tradicionales a cambiar de paradigmas aumentaron la incredulidad de cada vez un mayor número de jóvenes respecto a la iglesia católica, los partidos políticos y las organizaciones sociales[1]
Las nuevas tendencias sociales que se dan a nivel global y que en nuestros tiempos son evidentes gracias a la gran variedad y facilidad de contacto de los jóvenes con los medios de comunicación, los cuales propician una cultura global de consumo, promueven la individualidad como uno de los elementos del bienestar, esto nos permite en cierta medida explicar gran parte de los comportamientos de estos nuevos actores sociales, en los cuales las diferentes organizaciones e instituciones ponen tantas expectativas.

La población juvenil presenta gran diversidad en sus prácticas sociales, se presentan para estos, en esta etapa de la vida grandes retos donde buscan construir sus propias identidades, sus modos de vida y formas de expresión cultural y estética[2], La dificultad de acceso a la educación y al trabajo agrava la situación. Existe un bajo porcentaje de jóvenes interesados en las instituciones sociales, políticas y comunitarias, puesto que la gran mayoría no encuentra en este tipo de escenarios la posibilidad de satisfacer sus necesidades. En cambio prefieren organizaciones juveniles en las cuales no existe una jerarquía circunscrita, lo cual se da en sus movimientos los cuales no son reconocidos  como instituciones legales y a veces son estigmatizados como indebidos.

Hacemos entonces referencia a diferentes espacios en los que el joven incide y que determinan en gran cuantía sus dinámicas sociales y personales. La participación juvenil en el mundo político se ve amenazada por otros asuntos de índole social, económica y cultural. En los ámbitos social y cultural es evidente la apatía y el desinterés que despierta en los jóvenes la participación política. En el económico es claro que la necesidad laboral aísla a los sujetos en muchas ocasiones de otros espacios importantes de socialización ya que demanda por completo su tiempo y disposición. Pero la apatía no obedece exclusivamente a que los jóvenes no quieran participar. “la razón mas simple de por que los jóvenes no se inscriben en los padrones electorales reside en que no ven ninguna relación directa entre el gobierno o las instituciones gubernamentales y sus propias vidas (…) Esa indiferencia es también responsable de su negligencia en la adquisición de un conocimiento político concreto, lo que lleva a que muchos jóvenes no se sientan capaces de elegir acertadamente”[3]. Del mismo modo, influye que, desde siempre, se ha devaluado las necesidades y deseos de los jóvenes para privilegiar una lectura adulta y así, unas respuestas desde el mundo adulto que, sin conocer ni comprender, trata de satisfacer las expectativas múltiples de los jóvenes. En este sentido, las preocupaciones de los jóvenes se vuelven instrumentales a las necesidades institucionales de legitimidad social.

También esta un reducido grupo que cuenta con el acceso a la educación superior, en los cuales se podría concebir un potencial de incidencia social, que promueva cambios socio-económicos, políticos y culturales, lamentablemente de este reducido grupo son pocos los jóvenes que adquieren esta conciencia social.

Como podemos ver se reduce a un grupo pequeño los jóvenes que están interesados en acudir a organizaciones sociales para tratar de mejorar su calidad de vida, no solo en términos personales sino con una conciencia amplia de comunidad. Ignoramos hasta este momento una gran cantidad de jóvenes que participan con gran entusiasmo en las dinámicas comunitarias, sociales y políticas de los municipios, debido a que estos no están en nuestra perspectiva porque se trata de una inmensa cantidad de personas que acuden a estos espacios con fines personales y con el fin de acceder a una burocracia y a la satisfacción de intereses individuales en falsa representación de los jóvenes.

Es necesario ahora para nuestros intereses mencionar aquellos jóvenes que están realmente interesados en hacer cambios sociales que conduzcan a un desarrollo comunitario, estos dirigen sus acciones a la conformación de nuevos grupos y organizaciones de base para la búsqueda de sus objetivos, y no teniendo en cuenta organizaciones de amplio trayecto como la Acción Comunal.

¿Por qué estos jóvenes no encuentran identidad con la Acción Comunal? 

Se pretende mostrar un gran interés de que el joven ingrese a espacios sociales, políticos y comunitarios y se le da una amplia motivación a la participación, además se le ve como un actor estratégico en el desarrollo del municipio, la región, el departamento y la nación, sin embargo a la hora de acceder a una participación trascendente y efectiva se encuentra diversidad de obstáculos que se contraponen a sus ganas de construir intereses colectivos, debido a que a la hora de tomar las decisiones se da un direccionamiento marcado por las organizaciones y su rígida estructura.

La Acción Comunal posee una estructura orgánica vertical[4] la cual crea un sistema de jerarquías y relaciones de poder, que limitan a la comunidad en pleno y aun más a los nuevos actores en la organización a entrar en el espacio de la “participación” en el cual se da un arduo trabajo pero a fin de cuentas las decisiones se toman en la parte alta y en repetidas ocasiones satisfaciendo intereses individuales. Esto propicia en gran cuantía que se generen liderazgos “vitalicios” y con poca legitimidad ante la comunidad, generalmente en los cargos más importantes de La Acción Comunal, concibiendo además condiciones de desconfianza y de disputas internas que generan un desgaste en el trabajo de la comunidad sin que se llegue a un obrar que en realidad ofrezca beneficios para esta.

Es importante preguntarnos ¿por qué sucede esto?, ó ¿Qué beneficios u oportunidades trae ocupar estos cargos? ¿Beneficios para quien? ¿Para la organización, para la comunidad o para la persona?

Todas estas situaciones que propician un arraigo de los lideres y unas disputas por ocupar algunos lugares en La Acción Comunal y que además pretenden lograr un reconocimiento público que les permita acceder a algunos tipos de poder, no permiten esta renovación generacional que para nosotros requiere con tanta urgencia no solo La Acción Comunal sino gran variedad de organizaciones sociales e instituciones políticas y publicas.
No es nuestra intención desconocer gran cantidad de acciones comunales que tienen una muy buena participación juvenil y cuyos personajes de trayectoria en la organización propenden por esta renovación, pero en nuestro conocimiento de la dinámica comunal se presentan estas dificultades que atrás mencionamos como una generalidad.

¿Cómo promover un cambio generacional en La Acción Comunal
Sugerimos entonces se busquen las alternativas para que los lideres que denominamos “vitalicios” permitan que en los espacios de decisión puedan entrar mas consideraciones y que la comunidad sea la que tome este lugar y no solo unos cuantos directivos comunales que en supuesta representación propongan sus soluciones personales. También es posible promover un cambio de imagen, donde la Acción Comunal retoma su carácter SOLIDARIO y  adopta acciones que permitan vislumbrar todo su potencial, para que esta pueda volverse atractiva a nuevos actores con conciencia social.

La Acción Comunal no puede ser ajena a la intervención en política tanto como un actor de la comunidad como en la pretensión de poderes en la gestión Estatal, pues esta característica fortalece en gran medida la democracia en las diferentes esferas del poder público, pero es esta intervención en cuestiones políticas que por el mal manejo dado, han logrado desvirtuar La Acción Comunal y le han dado una imagen de una organización que hace un mal ejercicio político, también por el afán de algunos de sus miembros de ostentar algún poder sin tener una claridad de las propuestas y apuestas políticas, éticas y filosóficas de la organización.


[1] Corporación Región. Consumo Libertad y Democracia
[2] Ibíd.
[3] BECK, Ulrico (comp.) p 108. Tomado del documento de Política Pública de Juventud del municipio de Rionegro.
[4] Ver, Titulo II, capitulo II, y Titulo III, capitulo III de la Ley Marco de Acción Comunal, Ley 743 de 2002.

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